Está localizada en la zona oriental del macizo de la Cordillera Central, a una hora y media desde la Ciudad de Santo Domingo. Desde la Autopista Duarte se toma la Carretera que sube hasta Constanza y al llegar al área de Casabito, justo antes de la Ermita a la Virgen de la Altagracia se encuadra la primera entrada, que tras dos kilómetros lleva hasta la estación Casabito donde hay una estación de antenas de comunicación y que es el punto de partida para recorrer el Sendero de Baño de Nube, lleno de helechos y orquídeas, bromelias, musgos y líquenes que ofrecen un paisaje singular y aquí los visitantes encuentran numerosos letreros en los que se describen las especies vegetales.
La Reserva tiene 29 kilómetros cuadrados y protege varias especies animales y vegetales con distintas categorías de amenaza, algunas al borde de la extinción, como es el caso del endémico ébano verde (Magnolia pallescens), un árbol de madera preciosa, y una planta arnívora endémica (Pinguicula casabitoana). Se han reportado 621 especies de plantas vasculares, de las cuales 153 son endémicas de La Hispaniola. Otra de las especies más notables de la Reserva es el llamado palo de viento, cuyo nombre científico es Didymopanax tremulus, que se caracteriza porque sus hojas se mueven constantemente al ritmo del viento, también están el Pino criollo (Pinus occidentalis), la palma manacla (Prestoea montana) y el sangre de pollo (Mecranium amigdalinum).
El área de la Reserva abarca territorios de las provincias de La Vega y Monseñor Noel, en los municipios de Jarabacoa, Constanza Bonao y La Vega, y protege los nacimientos de los ríos Camú, Jimenoa y Jatubey, cuyas cuencas nacen dentro del área protegida. Las tierras de la Reserva van desde los 800 metros de altura hasta los 1,565 en la Loma La Golondrina Las lluvias en ésta Reserva registran entre los 1,500 milímetros cúbicos y los 3,000 milímetros cúbicos anuales, lo que la convierten en una de las zonas más húmedas del país Estas aguas abastecen a la ciudad de La Vega y a las presas de Tavera, a través de río Jimenoa, la presa Rincón, a través del río Jatubey.
Hay además diez especies de reptiles y ocho de anfibios. Se ha reportado el solenodonte (Solenodon paradoxus) un mamífero único de la Hispaniola que se encuentra en gran peligro de extinción Existen más de 80 especies de aves, incluyendo varias especies endémicas como el Trogon de La Hispaniola (Priotelus roseigaster), la Maroíta (Contopus hispaniolensis), Cotorra (Amazona ventralis) Perico (Aratinga chloroptera), Ciguita Cola verde (Microligea palustris), Cigua Amarilla (Spindalis dominicensis), Chicuí (Todus angustirrostris) y Canario (Carduelis dominicensis) entre otras.
También visitan la Reserva una gran cantidad de aves migratorias y entre ellas es importante resaltar al Zorzal de Bicknell ( Catharus bicknelli), que es un ave de las Montañas
de Vermont en Estados Unidos y que ha hecho de La Hispaniola uno de sus principales refugios de invierno).
Fue la primera área natural protegida bajo administración privada.
La Fundación de Mejoramiento Humano Progressio tiene a su cargo la administración del área desde su creación en 1989. El acceso a la Reserva está restringido a visitas educativas supervisadas y a científicos que buscan información en el área, aunque se han habilitado algunas
áreas de la periferia para que los turistas puedan apreciar el motivo de la conservación de este recurso.
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